- Carta del editor publicada en Hispatrading Magazine nº45.
La vida es un libro cerrado, en el que cada día abrimos una hoja. Al leer esta frase, en el artículo de Paulo Pinto de este número, pensé que es difícil definir mejor algo tan complejo en tan pocas palabras. Es cierto que a pesar que la sabiduría popular está impregnada de este concepto parece que poco a poco hemos olvidado una idea tan básica. Dichos como “One time at a time” (un día a la vez) que dicen los angloparlantes o el “pan para este día” que repiten millones de fieles “cada día”, pidiendo recibir lo necesario dentro del periodo de tiempo que comprende la “hoja” del “libro cerrado” que engloba toda una vida, parecen dar a entender que hemos interiorizado su esencia. Nada más lejos de la realidad.
La vida es un libro cerrado, en el que cada día abrimos una hoja.
Terminamos un año 2020 en el que muchos no han podido comenzar un nuevo capítulo. Millones de personas se han visto afectadas por un virus que la mayoría no esperaba, ni nadie estaba preparado para su llegada. ¿Será el año 2021 el pistoletazo de salida de la mejor década de la historia como sugiere Edward Yardeni en este número? Nadie puede saber lo que viene a continuación. No obstante, si usted despertara después de haber estado dormido más de un año, y solo tuviera acceso a ver los datos registrados en los mercados bursátiles, podría decir que la humanidad ha vivido uno de sus mejores años. Los mercados no miran atrás, solo intentan reflejar lo que sucederá en el futuro. De ahí la constante volatilidad al intentar fijar un precio fuera del marco temporal de “la hoja”.
Terminamos un año 2020 en el que muchos no han podido comenzar un nuevo capítulo
¿Cómo fijan los participantes los precios y qué podemos esperar? Siento decepcionarle, pero el bucle eterno de “ensayo - prueba - error”, poco más tiene que ver con un proceso científico. En ocasiones, demasiadas, es tremendamente menos consistente. ¿Por qué compraría usted una prenda de ropa varios múltiplos por encima de su valor real? ¿Por qué le gustaría adquirir una prenda con un determinado patrón en un determinado año, solo para desecharlo al siguiente? ¿Por qué hoy puede hacerle reír algo y en unos meses no? Por una simple moda. O llevando este término a nuestro campo, por lo que llamamos “la narrativa predominante” en un determinado momento. Somos presa fácil. Ni podemos jugar a controlar el futuro ni nuestras decisiones suelen ser racionales.
¿Cómo saber lo que nos deparará el futuro? Nadie puede saberlo. Lo que hoy parece imposible, mañana podrá ser una realidad. No descarte nada. No piense que un activo no puede subir más, o por el contrario no puede caer. En unos meses no será más que una simple pizca de tinta en un gráfico, muy por encima o por debajo, de lo que en su momento consideró inquebrantable. Por eso, no se comprometa con una posición más tiempo del que su bolsillo pueda aguantar.
Para entender lo frágil que puede ser una posición supuestamente inquebrantable, me ha servido entender la llamada “Ventana de Overton”. Esta no es ni más ni menos que una teoría política que representa (según Wikipedia, permítanme la referencia) “un ideario aceptable por el público como una ventana estrecha, afirmando que la viabilidad política de una idea se define principalmente por este hecho antes que por las preferencias individuales de los políticos”. En un determinado momento, esta ventana tiene en cuenta el espectro de políticas que son aceptables en función de la opinión pública sin que se considere, al político que las propone, un loco extremista. Así lo que en un momento era una idea impensable, por ejemplo abolir la esclavitud, con el tiempo se incorporó al ideario popular siendo hoy un hecho o idea “inquebrantable”.
¿Cómo nos puede ayudar la “Ventana de Overton” en los mercados? Esta gama de resultados que la opinión pública acepta, cambia con el tiempo. Lo que hoy parece impensable y con muy pocas opciones de cumplirse, mañana quizá sea algo totalmente aceptable. Esta ventana no es estática. Tampoco dice lo que es bueno o malo, solo describe un abanico de posibilidades.
Lo que hoy parece impensable y con muy pocas opciones de cumplirse, mañana quizá sea algo totalmente aceptable.
Lo realmente interesante de esta teoría política es que tiene una aplicación directa a cualquier supuesto en el que haya un grupo de personas que tenga que tomar una decisión de forma colectiva.
En una semana el mundo vio lógico confinarse. Cerrar fronteras. Usar mascarilla. En otros tiempos abolir regímenes. Ampliar o limitar derechos. Lo realmente peligroso es que muchas opciones ni siquiera sabemos que existen, más allá de esta ventana, ya que se consideran imposibles debido a las normas sociales que rigen la sociedad o mercado en un determinado momento. De ahí su fuerza. Los peligros desconocidos son mayores que los peligros conocidos.
¿Veremos en este 2021 la “Ventana de Overton” moverse con fuerza hacia ideas o rangos hoy impensables? Es muy probable. Esté preparado. No descarte nada. Y sobre todo, intente no “predecir” nada.
Buen trading.

