• Hemos analizado muchos estudios de impulso y amplitud en los últimos meses. ¿Cuál es la conclusión a la que podemos llegar? 2021 ha sido un año récord, en muchos sentidos. Los pocos precedentes que tenemos de situaciones similares mostraron debilidad a corto plazo, pero buenos rendimientos a largo plazo de una forma consistente.

La amplitud del mercado se ha estado debilitando durante meses, pero los principales índices continuaron con su tendencia alcista. Entre las acciones que cotizan en la Bolsa de Nueva York, cada vez menos se han mantenido por encima de sus medias móviles de 200 días. Eso también sucedió en 2014 y 2017, pero persistió durante mucho tiempo.

La media de 5 días de esta gráfica cayó por debajo del 60% por primera vez en más de 200 sesiones, poniendo fin a la decimotercera racha más larga desde 1928.

Como hemos visto con la mayoría de los estudios que analizaron el impulso a largo plazo y la amplitud positiva, el fin de rachas como esta generalmente no se convirtió en caídas más pronunciadas. De los 12 precedentes, solo uno avisó de una caída de dos dígitos.

Cuando terminaron las otras rachas, el S&P 500 estaba en promedio un 5,8% por debajo de un máximo de varios años en ese momento. Cuando la racha terminó la semana pasada, el S&P estaba a solo 2,1% de su máximo, el retroceso más superficial de todos.

Etcétera

Optimismo menguante. El sentimiento a medio plazo ha caído al nivel más bajo del año pasado. En los últimos dos años, solo febrero-abril de 2020 vio a los inversores menos entusiasmados de lo que están ahora.

Socialmente inaceptable. Durante el mes pasado, el fondo de servicios públicos XLU ha visto un promedio de más de 4,5 menciones negativas en Twitter por cada mención positiva. Eso es lo máximo del año pasado.

Grandes caídas en small caps. Dentro del Russell 2000, casi 1.600 acciones más cayeron de lo que subieron el lunes, solo en 6 ocasiones durante el último año hemos viso algo así.